El ministro de Industria, José Montilla, presentó ayer el 'Plan Renove' de electrodomésticos con el que el Gobierno quiere animar a los consumidores a cambiar los aparatos antiguos -y más sucios- por unos nuevos, más eficientes y limpios. Para animar a esta renovación de los útiles de cocina se dará un mínimo de 50 euros por aparato.
El Ejecutivo quiere jubilar en torno a dos millones de aparatos domésticos adquiridos antes de 1996, y reemplazarlos por otros de nueva generación y concretamente de 'clase A', los óptimos en cuanto a consumo de energía.
Desde Industria reconocen que estos aparatos son más caros que la media, aunque también señalan que el consumo es menor y que a la larga al consumidor le compensa. En cualquier caso y para animar a la ciudadanía a deshacerse de sus viejas lavadoras, neveras y lavavajillas, el Gobierno ofrecerá a partir del mes de julio un mínimo de 50 euros por pieza, que se percibirán cuando el comprador certifique la retirada del electrodoméstico antiguo para su reciclado.