La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha insistido en que la sequía existente en las cuencas del Segura, Júcar y Guadalquivir, así como en la cabecera del Tajo, «es muy severa y preocupante». Defendió la labor del Gobierno, que está haciendo «todo lo posible para que no haya ciudades afectadas por carencia de agua», e instó a los ciudadanos a seguir ahorrándola. Narbona asistía al acto de entrega de Diplomas de Reserva de la Biosfera de la Unesco a once zonas españolas y criticó, además, el «urbanismo no sensato» de las zonas costeras como uno de los principales peligros para el medio ambiente en general, y para las reservas de agua.
Los embalses acumulan en estos momentos 25.251 hectómetros cúbicos, un 47,4% de su capacidad, tras aumentar un 0,2 en la última semana. No obstante, hace tan sólo un año, y pese a que ya habían comenzado los efectos de la sequía, la reserva hidráulica era de 30.722 hectómetros, muy cerca del 60% de capacidad. A pesar de un descenso esta semana de 31 hm en la cuenca del Ebro, su pantano se encuentra al 61%, mientras que en el Segura siguen en un preocupante 12% de capacidad.