Antes de la ceremonia religiosa, los protagonistas posaron para la tradicional foto de familia. Inicialmente lo hicieron todos los familiares de los Príncipes, aunque luego se retiraron los Ortiz Rocasolano y posteriormente las infantas Elena y Cristina, que acudieron con sus esposos y todos sus hijos. Una vez concluida la sesión fotográfica Sus Majestades y los Príncipes recibieron el saludo de las autoridades. En un breve encuentro con los periodistas, don Felipe bromeó con las «pesas» que estaba haciendo su esposa al tener a la niña en brazos durante toda la ceremonia. En un malentendido, el Príncipe recibió una pregunta sobre si habría más sorpresas en la ceremonia, y respondió: «Habrá más niños, pero más adelante».
Tras la ceremonia se celebró un cóctel para todos los invitados que fue seguido de una comida para los familiares.