El Gobierno dio ayer el visto bueno a la regulación de un nuevo «mercado de agua», que beneficiará a las cuencas del Segura y el Almanzora (Almería) y que permitirá comprar y vender derechos de uso del agua para aliviar la falta de recursos que se puede presentar como consecuencia de la sequía.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, recordó ayer que el intercambio de agua entre cuencas está previsto en la Ley de Aguas vigente, aunque requiere una norma específica para que ponerse en marcha. Considerado como embrión de los futuros bancos de agua, este mercado permitirá traspasar de unas cuencas a otras a través de las infraestructuras ya existentes.
Según el Gobierno, es previsible que la próxima campaña de riego no sea normal a causa de la sequía, por lo que resultará «imprescindible» realizar transacciones de derechos del uso del agua.