Tres millones de niñas se calcula que son sometidas anualmente a ablación o mutilación genital en los países del Africa subsahariana y Oriente Medio, según un informe de Unicef publicado ayer en Londres. Se trata de una práctica tradicional de la que se cree que contribuye a resaltar la belleza, la honra, el estatus social y la castidad, lo que aumentaría las posibilidades de matrimonio de la muchacha.
Los padres alientan la ablación genital en su creencia de que de esa forma protegen mejor la honra y la belleza de sus hijas, reconoce Unicef. Esa organización multilateral de ayuda a la infancia calcula que en los veintiocho países donde se practica la mutilación genital de las muchachas el número total de afectadas se eleva a unos 130 millones.
Si anteriormente se calculaba en dos millones la cifra anual de ablaciones, hoy se cree que se aproxima a los tres, lo que no significa que haya aumentado mientras tanto el número de operaciones de ese tipo, sino que ha mejorado la recogida de datos.