EFE-GRANADA
La práctica totalidad de las viviendas ocupadas ilegalmente en Jun
(Granada) fueron abandonadas en torno al mediodía de ayer de forma
voluntaria y sin incidentes, bajo la supervisión de la Guardia
Civil, que inició la operación de desalojo de los pisos en
cumplimiento del auto dictado el la noche del miércoles.
Miembros de la policía judicial de la Guardia Civil comenzaron sobre las 10.00 horas a comunicar puerta a puerta la orden de desalojo dictada por la juez del Juzgado de Instrucción 8, basada en un posible delito de usurpación, mientras que medio centenar de agentes de la Unidad de Intervención Rápida de la Comandancia de Granada velaban por que todo transcurriera con normalidad.
Algunos de los ocupas optaron por trasladar sus pertenencias a la calle, y varios ante las puertas del Ayuntamiento de Jun, que permanece cerrado, para reclamar así que se les dé un techo bajo el que poder cobijarse, pues no tienen un lugar al que acudir.
Aunque en el auto de la juez constaban inicialmente 20 viviendas ocupadas ilícitamente, se comprobó que dos de ellas estaban repetidas, lo que «fue constatado por la Guardia Civil».
El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, señaló que a la Delegación del Gobierno las únicas denuncias que le constan son «las de personas que, ante el clima de inseguridad creado por la ocupación ilegal, decidieron abandonar el bloque, pero no de nadie que haya sido desalojado a la fuerza», en alusión a versiones en este sentido del alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas (PSOE).
El delegado del Gobierno en la comunidad defendió la «absoluta corrección» con la que el subdelegado, Antonio Cruz, ha actuado en este suceso, ante la petición de dimisión formulada por el PP, por el «vacío judicial» creada entorno a esta ocupación ilegal de viviendas.