Nueva jornada de visitas para los príncipes de Asturias y su pequeña recién nacida en la Clínica Ruber Internacional. Los duques de Lugo, la reina Sofía y Paloma Rocasolano acompañaron a los padres de la infanta Leonor durante parte del día, aunque hubo muchas más visitas que quisieron acudir a conocer a la segunda en la línea de sucesión al trono. Incluso, confirmando la importancia del nacimiento y su trascendencia institucional, se acercó hasta la clínica la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas.
Minutos después de las dos de la tarde llegaba la infanta Elena, acompañada de su esposo, Jaime de Marichalar, y de sus hijos, Juan Felipe Froilán y Victoria Federica, a la Clínica Ruber Internacional para conocer a la infanta Leonor. El jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, recibió a los duques de Lugo en las puertas del centro sanitario. A la salida, la infanta aseguraba que la niña es «una monada» y que doña Letizia se encuentra «muy bien».
Entre las otras visitas que acudieron a la Ruber destaca la de la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, ya que se produce en un momento en el que se ha reabierto el debate sobre la necesidad de reformar la Constitución para alcanzar la igualdad del hombre y la mujer en el acceso al Trono. Todos los que acudieron a dicho centro sanitario pudieron confirmar que la Princesa y su hija se encontraban en perfecto estado después de haber pasado una noche tranquila y sin ningún tipo de alteración.La primogénita de los príncipes de Asturias y segunda en la línea de sucesión descansó todo el día junto a su madre, la princesa de Asturias, que se recupera de la cesárea.
Tras pasar unas horas en una incubadora, la heredera del heredero volvió al regazo de su madre tras comprobar que su estado de salud era perfecto.
Los médicos aseguran que el segundo y tercer día después de una operación de cesárea son los peores para la madre, que requiere descanso en compañía de su pequeña. Las abuelas fueron las únicas, aparte del padre, que permanecieron el lunes en la clínica durante largo tiempo.
Doña Sofía permaneció ese día más de cinco horas junto a su séptimo nieto, al igual que la abuela materna Paloma Rocasolano que llegó de nuevo ayer a la clínica para acompañar a su hija y a la recién nacida. Las dos abuelas eligieron utilizar la entrada de urgencias, a la que no tienen acceso los medios de comunicación.