La valla que separa la frontera entre Melilla y Marruecos pasará de los tres metros de altura actuales a seis para intentar evitar las avalanchas de emigrantes que intentan entrar en nuestro país saltando el vallado. Unas reformas que el Ministerio de Interior quiere acometer cuanto antes, y ya ha anunciado que acelerará los trámites administrativos necesarios para reforzar la frontera. El ministro de Interior, José Antonio Alonso, aseguró desde la localidad inglesa de Newcastle, donde asiste a una reunió informal con sus homónimos europeos, que esta decisión responde a la «obligación legal» de asegurar la integridad territorial de España, y no a incidentes como el que hace pocos días se cobró la vida de un menor subsahariano al intentar saltar la valla.
Con esta decisión Interior adelanta varios meses la ejecución de una inversión de 750.000 euros previstos en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno está elaborando para el 2006. El refuerzo de la frontera comenzó en 2004, con la elevación de 4.150 metros del vallado, que tiene una longitud total de 10.250 kilómetros. El Ministerio del Interior invirtió en esas obras 2.484.118 euros, que se destinaron fundamentalmente al recrecido de la valla, la instalación de nuevos sensores y la construcción de algunas nuevas instalaciones policiales.
Durante este año, y tras la decisión de acelerar la inversión de 750.000 euros, el Ministerio ha invertido 1.440.024 euros en el aumento del vallado y en diversas mejoras en las instalaciones. Estas obras, según el Gobierno, permitirán reducir el riesgo y mejorar la capacidad para hacer frente a las entradas irregulares.