EUROPA PRESS-NUEVA YORK
Los temores a que pudiera repetirse la suerte de su gemelo el
«Columbia» se disiparon la madrugada de ayer a las 5.11 (hora en el
Este del país) cuando el «Discovery» finalmente tomó tierra en la
Base de la Fuerza Aérea de Edwards en California, disipando
cualquier duda sobre la efectividad de las reparaciones llevadas a
cabo en el espacio, pero abriendo la incógnita de si los técnicos
del programa podrán solucionar la causa de los desprendimientos de
aislante del tanque principal de combustible.
La misión de 14 días ha sido seguida casi minuto a minuto con gran atención, no sólo desde el Centro Espacial Kennedy, sino por la audiencia estadounidense. El temor a un nuevo desastre, que surgió tras conocerse la existencia de desperfectos ocurridos tras el despegue, marcó la atención de medios, especialistas y seguidores del programa espacial de transbordadores.
Ha sido «una misión fantástica», afirmó después de aterrizar el vehículo en Edwards la comandante de la misión, Eileen Collins, añadiendo lo feliz que se sentía de regresar. La tripulación aseguró estar ansiosos de estar en tierra.