Los cerca de 30 agroturismos existentes en las Pitiüses mantienen la ocupación «prácticamente al cien por cien durante esta temporada», en consonancia con los datos registrados en 2004, «a pesar de la crisis turística que sufren Eivissa y Formentera, ya que el sector está, afortunadamente, de moda», según confirmó ayer a Europa Press el presidente de la Asociación de Alojamientos Rurales, José Torres.
A pesar de estas cifras, Torres añadió que «no se habla de un número muy amplio de clientes al tratarse de alojamientos pequeños». Abogar por la calidad gastronómica, velar por la profesionalidad y satisfacer a los clientes son las bazas con las que cuenta este tipo de turismo «que ha sabido adaptarse a los nuevos clientes que han cambiado su estilo de vida de los 80, acuciados por el estrés de la vida moderna, y buscan hoy paz, descanso y tranquilidad», argumentó.
Una oferta existente en las Pitiüses que complementa a las discotecas y al sol y playa y que cada día cuenta con más adeptos, según el presidente de la agrupación. A pesar del epígrafe «rural» este tipo de establecimientos están «adaptados a las nuevas tecnologías» desde donde se exhiben colgados en diversas páginas de Internet, tanto nacionales, como internacionales. «Hacen gala de una cara de las Pitiüses distinta, con habitaciones lujosas en los parajes más salvajes de la isla, donde se pueden practicar senderismo, hípica o actividades acuáticas», tal y como resumió Torres. Presencia en ferias nacionales e internacionales y la confección de una página conjunta del sector, con la ayuda del Govern Balear, «son los puntales en los que ahora trabaja el sector», adelantó. Los precios de estos establecimientos oscilan entre los 50 euros por persona y día a los 500 por habitación completa dependiendo de la época y suite. Este tipo de empresas también busca, además, «conquistar» a los clientes pitiusos que eligen estos enclaves para pasar sus noches de bodas, y a los que en algunos casos se les hace descuentos.