La ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, remitió ayer a una segunda reunión con la Conferencia Episcopal Española (CEE), a finales de julio, para hablar con detalle del tratamiento de la enseñanza de religión y de las cuestiones que afectan a su profesorado.
San Segundo insistió en que «lo más sensato» es que la futura Ley Orgánica de Educación (LOE) recoja principios generales y que los detalles de la regulación de la enseñanza confesional y otros aspectos deben concretarse en desarrollos normativos posteriores.
Por su parte, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Cañizares, manifestó que la asignatura de Religión «debe ser equiparada a disciplina fundamental», como establece el acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de enero de 1979.
Durante una rueda de prensa en la sede de la Conferencia Episcopal, tras la primera reunión de la Comisión mixta Iglesia-Estado celebrada esta mañana en el ministerio de Educación, el arzobispo de Toledo explicó que la asignatura «debe impartirse con las mismas condiciones académicas y didácticas que el resto de las áreas». Todo esto supone -agregó- que las autoridades académicas habrán de adoptar «las medidas oportunas para que el hecho de recibir o no la enseñanza religiosa no suponga discriminación alguna en la actividad escolar». Antonio Cañizares señaló que la reunión se había desarrollado «con cordialidad y respeto».