Una nueva intromisión en los sistemas informáticos ha puesto en riesgo la seguridad de unos 40 millones de tarjetas de crédito emitidas por distintas firmas, un fraude masivo que investiga el propio FBI.
El caso, dado a conocer por MasterCard International, podría convertirse en el mayor robo de identidad de la historia y se suma a la reciente letanía de ciber-estafas de las que han sido víctimas la base de datos Lexis-Nexis, las compañías financieras Bank of America y Citigroup, y la agencia de recolección de datos Choice Point.
Los delincuentes suelen utilizar esa información para solicitar tarjetas de crédito bajo nombres falsos o apropiarse de la identidad de las personas para otros fines ilegales.
La brecha en la seguridad de los sistemas informáticos de la que informó MasterCard se produjo en la subcontratista CardSystems Solutions, que procesa operaciones en nombre de bancos emisores de tarjetas de crédito y comerciantes. MasterCard indicó que cerca de 14 millones de tarjetas llevan su nombre y las otras son de otros emisores.