Los Reyes recibieron la feliz noticia en París, donde presenciaban la final de Roland Garros. La reina Sofía abandonó el palco al término del primer set para tomar un avión con destino a Barcelona.
En París, el rey Juan Carlos aseguró que estaba «encantado por el doble resultado: mi hija ha tenido una hija y hemos ganado», en referencia a la victoria del tenista español Rafael Nadal en la final.
Por su parte, la Reina manifestó, a su llegada a la clínica, que le hacía «mucha ilusión» que el cuarto hijo de la infanta Cristina «fuera una niña» y que sentía «una emoción muy especial».
También la infanta Elena, que igualmente acudió a la clínica barcelonesa, señaló que está «encantada» con su sobrina, de quien dijo que es «monísima». Los duques de Palma recibieron asimismo la visita de los abuelos paternos, Juan María Urdangarín y Clara Liebaert.
La hija de la infanta Cristina vino al mundo, a las 15:55 horas, en el mismo centro hospitalario en el que nacieron sus tres hermanos y el parto fue atendido por el doctor Manuel García Valdecasas junto al doctor Alfonso Vergés.
«Si algún día Dios nos daba una niña, siempre pensábamos que le pondríamos Irene», un nombre que les gusta por «su significado y su belleza», explicó Iñaki Urdangarín a los medios de comunicación que se congregaron en la clínica.
El duque de Palma manifestó que la infanta Cristina está muy bien de ánimo, que «sufre los efectos normales del posparto con felicidad. Doy gracias a Dios por la suerte de tener esta familia tan maravillosa», añadió Iñaki Urdangarín, quien reveló que los padrinos de la niña serán Rosario Nadal, esposa del príncipe Kyril de Bulgaria, y Pedro López Quesada, marido de Cristina de Borbón Dos Sicilias, grandes amigos de la familia.