Sanidad investigará los tratamientos para dejar de fumar que hay en el mercado porque «no se conoce suficientemente la eficiencia de todos ellos», anunció la ministra Elena Salgado al recibir de los médicos más de 11.000 firmas en apoyo de la ley contra este producto. Estas 11.000 firmas, entregadas en vísperas del Día Sin Tabaco, avalan un manifiesto de los profesionales sanitarios en el que además del apoyo a la norma piden una política fiscal de incremento de precios del tabaco y recursos para dejar de fumar.
Para Salgado, partidaria de esa política fiscal, la simple aprobación de la ley supondrá que muchos fumadores dejen de fumar o reduzcan su consumo, y tras reiterar que el Ministerio ha apoyado financieramente programas de deshabituación tabáquica que llevan a cabo las CCAA, anunció la intención de Sanidad de llevar a cabo los citados estudios sobre los tratamientos para que las Comunidades Autónomas cuenten con estos datos para realizar sus programas posteriores.
La ministra consideró que es la primera vez que una norma se toma en serio la reducción del hábito tabáquico y que la misma tiene una clara vocación limitativa pero se asienta en objetivos positivos, los de la salud. También consideró que los niños y adolescentes «no debieran jamás iniciarse en el hábito tabáquico» y observó que esta ley trata de ayudar a los que fuman, para que fumen menos, y que se respete el derecho de los que no fuman.Por su parte, el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Rodrigo Córdoba, recordó, tras entregar a Salgado las firmas, que nunca un colectivo sanitario tan amplio había apoyado una norma de esta naturaleza en favor de la salud. Indicó además que es falso que la nueva ley sea prohibicionista y que no tenga un carácter preventivo.
Sobre esta última cuestión dijo que la regulación de los espacios sin humos y la prohibición de la publicidad son dos de las medidas más eficaces para prevenir las graves consecuencias derivadas del tabaquismo.