El nuevo Papa Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratzinger, de 78 años, dijo en sus primeras palabras que es un humilde trabajador de la viña del Señor. El Pontífice, emocionado, agregó que le consolaba sabe que Dios «sabe trabajar» y actuará con «instrumentos suficientes» para que pueda llevar adelante su Pontificado y añadió: «y sobre todo confío en vuestras plegarias».
Tras ser anunciado al mundo su elección como 265 Papa de la historia de la Iglesia, Joseph Ratzinger apareció en el balcón central de la fachada principal de la basílica de San Pedro. Se le vio emocionado y nervioso, con ojos que demostraban que ha dormido poco en estos días. Su primer encuentro con los romanos, del que pasa a ser Obispo, duró pocos minutos, los suficientes para que fuera aclamado como «Benedicto, Benedicto». Recordó a su antecesor, Juan Pablo II, del que fue durante años su brazo derecho.
Antes de abandonar el balcón impartió la bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y al mundo entero.