Luis Montes, el responsable de Urgencias del hospital Severo Ochoa cesado por el consejero Manuel Lamela al considerar irregular su actuación en la sedación de pacientes terminales, propuso un documento de consentimiento de cada sedación que fue rechazado por el hospital, según la Cadena Ser.
Estas informaciones aparecen publicadas en la página de Internet de la mencionada emisora, junto a los documentos completos en los que ha basado su denuncia.
Uno de ellos, fechado el 28 de enero de 2004, es el acta de la reunión en la que la mayoría de la comisión médica del Severo Ochoa rechaza por no considerarlo necesario que se pida a los familiares firmar un consentimiento para la aplicación de sedaciones.
Ese fue, sin embargo, el principal motivo esgrimido por el consejero para retirar de su puesto al doctor Montes: que los inspectores no habían encontrado los consentimientos firmados de los familiares de los pacientes sedados que habían fallecido.
Según estos datos, Luis Montes fue uno de los dos médicos de la comisión de seis miembros creada para elaborar un protocolo de sedación terminal que propuso establecer un documento de consentimiento informado y que presentó tal propuesta de protocolo en una reunión de 17 de diciembre de 2003.
El documento fue rechazado en enero de 2004 por uno de los nuevos cargos directivos del hospital.
«Pese a todo, y porque se lo había recomendado tras la primera inspección el comité de ética de Getafe -asegura la Ser-, Montes decide establecer un consentimiento informado».