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Las posibilidades de recuperación de Rainiero son «extremadamente débiles»

Los hijos del príncipe mantienen la «terapia activa» pese a que hay pocas opciones de mejora

El príncipe Alberto de Mónaco asumió la regencia el pasado jueves.

AGENCIAS-MÓNACO
El estado de salud del príncipe Rainiero de Mónaco, en reanimación desde hace diez días, se mantiene «todavía precario» y la esperanza de que se recupere es «extremadamente débil», informó ayer su gabinete.

«El equipo médico, en pleno acuerdo con los hijos del Príncipe, estima justificado, por el momento, continuar con una terapia activa», indica el parte médico difundido por el Palacio.

El deteriorado estado de Rainiero llevó el jueves a su hijo, el príncipe heredero Alberto, a asumir los poderes soberanos del país y convertirse en regente del pequeño Estado mediterráneo.

En un escueto comunicado, los doctores que atienden al monarca, de 81 años, precisan que «la esperanza de una salida favorable continúa siendo extremadamente débil» tras asegurar que «el estado de salud de su Alteza Serenísima Rainiero III sigue siendo todavía precario».

El parte médico, al contrario que la mayoría de los anteriores, no hace referencia a la emisión posterior de un nuevo informe sobre el estado de Rainiero y, por primera vez, aparece firmado por los jefes de servicio de medicina interna y reanimación de un prestigioso hospital de París junto a los tres médicos habituales del soberano.

Tras el anuncio de que asumía la regencia, Alberto aseguró ayer que el estado de su padre continuaba siendo «muy frágil».

Según el anterior boletín médico, facilitado el pasado miércoles, el pronóstico vital de Rainiero era «extremadamente reservado» aunque su estado se mantenía estacionario desde el fin de semana pasado, cuando sus funciones vitales dejaron de degradarse.

«Bajo la influencia del tratamiento y de las diálisis renales, están estabilizados los parámetros biológicos», agregaban entonces los doctores.

Por su parte, el Consejo Nacional (Parlamento) de Mónaco dio su «total apoyo» al príncipe Alberto, al asumir la regencia debido a la imposibilidad de que su padre, Rainiero, siga al frente del Principado. El Consejo Nacional «quiere testimoniar su total apoyo al príncipe heredero Alberto en la misión de asegurar la continuidad del Estado que le corresponde», afirmó en un comunicado.

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