La tabaquera italiana (ETI) ha sido condenada a pagar 200.000 euros a la familia de un hombre que falleció por causa del tabaco y sin que la compañía hubiera advertido del riesgo de esa actividad, según la sentencia conocida ayer.
Un tribunal de apelación de Roma emitió esa sentencia en el caso de Mario Stalteri, muerto en 1991, y es la primera condena de ese tipo hasta ahora en Italia.
Años más tarde del fallecimiento, la familia de Stalteri decidió procesar abrir a ETI, entonces compañía estatal y ahora ya privatizada.
En 1997 un juzgado romano rechazó en primera instancia la denuncia de la familia Stalteri, por considerar que la causa de la muerte se debió a una elección voluntaria de fumar por parte del fallecido.
La viuda, Paola Giacalone, y su hijo Marcello recurrieron con el argumento de que la tabaquera no había suministrado la suficiente información a los consumidores sobre el riesgo derivado de fumar.