Tras resistirse durante años, la reina Isabel II de Inglaterra ha aceptado a Camilla Parker Bowles como futura esposa de su hijo Carlos, heredero a la Corona, por las presiones, al parecer, de su marido, el duque de Edimburgo.
Después de medio siglo en el trono y a sus 78 años, Isabel II, que ya ha soportado los sonados divorcios de tres de sus hijos -el propio Carlos, el príncipe Andrés y la princesa Ana-, no ha tenido más remedio que abrir la puerta a una divorciada como Camilla.
La Soberana, que durante años mantuvo a la prometida del príncipe de Gales en el ostracismo, ha sucumbido finalmente merced a la insistencia de su marido, según publicó ayer el «Evening Standard». De acuerdo con el vespertino londinense, que el jueves tenía la exclusiva del enlace, logró convencer a la Reina de que resultaba «crucial» que Carlos se casase antes de acceder algún día al trono.