EFE-CIUDAD DEL VATICANO
La salud de Juan Pablo II, de 84 años, mejora satisfactoriamente y,
a la espera de que sea dado de alta en fechas próximas, todas las
miradas están puestas en mañana, cuando se espera que rece el
Àngelus desde la habitación que ocupa en el Policlínico Gemelli de
Roma.
Tras informar ayer de que ya se alimenta regularmente, el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, se refirió al rezo mariano del Àngelus afirmando que es conocida la importancia que el Papa da a esta cita, a la que nunca quiere faltar, pero que habrá que esperar a hoy para ver cómo se desarrollará la plegaria.
No fue más explícito y según fuentes vaticanas esa cautela se debe a que habrá que esperar a ver cómo evoluciona en las próximas horas la salud del Pontífice y qué opinan los médicos. Y es que hay que tener en cuenta que Juan Pablo II está internado por un problema de la laringe y una crisis respiratoria y hay que evaluar si en estas condiciones es conveniente que haga un esfuerzo para leer un texto por muy breve que sea.Mientras se da a conocer la decisión médica, no se descarta que el Santo Padre grabe previamente el Àngelus o un simple saludo, y que al mediodía del domingo sea difundido por Radio Vaticano y por los altavoces de en la plaza de San Pedro.
Así se hizo en 1981, pocos días después de que fuera tiroteado por el terrorista turco Ali Agca. Pero entonces el Papa Wojtyla tenía 61 años y ahora tiene 84 y está lleno de achaques, además de sufrir parkinson.
La diócesis de Roma, de la que él es el titular, ya ha convocado a todos los fieles para la mañana del domingo en la plaza de San Pedro para escuchar el Àngelus y expresarle solidaridad y cariño.
Lo que si está claro, según dijo Navarro, es que hoy por la tarde verá por televisión desde la cama del Gemelli la ceremonia de la Fiesta de la Virgen de la Confianza, patrona de los seminaristas de Roma.
Estaba previsto que dirigiera un mensaje a sus seminaristas, pero la hospitalización ha cambiado el programa y el texto será leído en su nombre por el Sustituto de la Secretaría de Estado («número tres» del Vaticano), el arzobispo argentino Leonardo Sandri.
Sobre cuándo abandonará el Gemelli, el Vaticano evita pronunciarse. Todo depende de lo que digan los doctores. Navarro Valls, que también es médico, se limitó a afirmar en estas horas que una gripe necesita como mínimo una semana para curarse. De todos modos, no se descarta que a mediados de la semana próxima regrese a la colina vaticana.