La presidenta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), María Neira, organismo adscrito al Ministerio de Sanidad y Consumo, señaló ayer, tras detectarse un primer caso de «cabra loca», confirmado en Francia, que el riesgo para la cadena alimentaria es «prácticamente imposible». El Laboratorio de Referencia de la UE confirmó ayer este primer caso de contagio «en estado natural» en una cabra de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las «vacas locas», y el Ministerio francés de Agricultura lo calificó de «caso aislado».
La cabra detectada nació en marzo de 2000 y fue sacrificada junto al resto del rebaño al que pertenecía en octubre de 2002.
El viernes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) aseguró que los laboratorios de referencia españoles no han encontrado ningún caso de EEB en la cabaña caprina de España. María Neira lanzó un mensaje de «tranquilidad» a los consumidores, a pesar de la detección de este caso, y destacó la seguridad que ofrecen todas las medidas adoptadas.