Unos 9.000 hogares franceses siguen sin electricidad por la tempestad que azotó este fin de semana el norte de Francia y que causó seis muertos, mientras que han sido activados los servicios de urgencia ante la ola de frío prevista para la próxima noche.
En total, 4.400 técnicos de Eléctricité de France trabajan desde la noche del viernes pasado para reparar los daños causados por las fuertes ráfagas de viento, que superaron los 100 kilómetros por hora, y que llegaron a dejar a oscuras a 400.000 hogares.
«Los equipos hacen lo máximo para que los menos hogares posibles tengan que pasar otra noche sin electricidad», según EDF, que hizo el último balance de la situación a las 10.00 locales (9.00 GMT).
Tras amainar el viento, está previsto que esta noche los termómetros se sitúen entre -5 y -10 grados centígrados en el norte de Francia, por lo que las autoridades han activado la «alerta 2» en 23 departamentos (provincias) y la «1» (la más alta) en Somme, donde se espera que las temperaturas bajen aún más.