El informe anual de Unicef «La infancia amenazada» denuncia este año que más de la mitad de los niños y niñas del mundo tienen graves privaciones a causa de la pobreza, la guerra y el SIDA. Las privaciones básicas son vivienda adecuada, saneamiento, alimentación, agua potable, acceso a la información, a los servicios sanitarios y a una educación escolar.
El presidente del comité de Catalunya de Unicef, Víctor Soler-Sala, aseguró ayer que el informe indica que «más de 1.000 millones de niños y niñas padecen graves privaciones, como mínimo, de uno de los bienes y servicios esenciales que necesitan para sobrevivir, crecer y desarrollarse».
Las siete privaciones básicas son, según Soler-Sala, que «640 millones de niños y niñas no disponen de una vivienda adecuada, 500 millones no tienen acceso a saneamiento, 400 millones no consumen agua potable, 300 millones no tienen acceso a la información, 270 millones no tienen acceso a servicios sanitarios, 140 millones no han ido nunca a la escuela, la mayoría de ellos niñas, y 90 no tienen acceso a una alimentación básica».
El informe también recoge que los niños son las primeras víctimas de los conflictos armados ya que «cerca la mitad de los 3,6 millones de personas que murieron en guerras desde el año 1990 han sido niños y niñas». Según el estudio hay «15 millones de niños y niñas huérfanos a causa del SIDA en todo el mundo» pero además muchas niñas tienen que abandonar la escuela para trabajar o cuidar a su familia cuando sus padres enferman. Soler-Sala aseguró que harían falta entre 40.000 y 70.000 millones de dólares para solucionar los problemas que tienen los niños del mundo hasta el 2015 y para eso «sólo falta voluntad política». «Se podrían reducir los gastos militares», añadió. También criticó que el año pasado el Gobierno español sólo destinase 1,6 millones de euros a su organización, pero se mostró esperanzado porque «parece que esto cambiará».