El palacio de Mónaco expresó ayer su indignación contra «los rumores más diversos» sobre la salud del príncipe Rainiero, cuya «convalecencia continua normalmente» tras su reciente hospitalización, a finales de octubre. «Somos siempre sensibles a la atención bienintencionada que unos y otros portan a nuestra familia y en particular a mi padre» pero «desgraciadamente, debo lamentar profundamente la explotación errónea» que se hacía ayer de su estado de salud, dijo el príncipe Alberto, quien pidió que «cese lo antes posible», informó un comunicado oficial.
En la misma nota, el gabinete del príncipe de Mónaco denunció «esos ruidos ampliamente diseminados» desde hace «varios días» por personas que, en busca de credibilidad, «reivindican una proximidad con Palacio». El diario «Le Figaro» informa ayer en primera página de la «gran inquietud provocada por la salud del príncipe Rainiero», sobre quien «circulan los rumores más alarmistas desde hace una semana».