España está entre los países que más han mejorado en el índice de percepción de corrupción de los últimos diez años al pasar de una nota de 4,35 al 7,1 de este año, según el informe de la organización anticorrupción Transparencia Internacional (TI) presentado hoy en Madrid.
«La tendencia de la corrupción en España es a la baja» aunque la contratación pública, la financiación de partidos políticos y la vivienda siguen siendo susceptibles de acogerla, afirmó el profesor universitario Manuel Villoria, catedrático experto en ética pública y en instrumentos de lucha contra la corrupción. Este ha sido el primer año en que España ha superado el notable debido a que, durante los últimos diez años, según Villoria, «no ha habido grandes escándalos» como los de los años 1994 y 1995, ya que, dijo, el cambio de gobierno de 1996 significó que el pueblo «sancionó» estos comportamientos.