El alcohol y la conducción tienen cada vez más difícil su convivencia. A partir del próximo viernes los conductores interceptados bajo la influencia de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas podrán ir a la cárcel entre tres y seis meses. Con la entrada en vigor de la reforma del Código Penal aprobada en noviembre del año pasado también se sancionará duramente la utilización de vehículos robados y la conducción temeraria. Tráfico informará desde el 1 de octubre sobre esta reforma en sus cuñas radiofónicas.
Entre las modificaciones del Código Penal que entrará en vigor a partir del próximo viernes destaca la penalización del que conductor que haga uso de un vehículo a motor o un ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas.
El castigo será de pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses y, en su caso, trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y, en cualquier caso, privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Entre las novedades que entrarán en vigor el próximo 1 de octubre se encuentra la de que un conductor no pueda utilizar ninguno de los permisos de conducción de los que disponga si se le ha retirado uno de ellos. Es decir, si se retira el permiso B para automóviles también se retirará cualquier otro.