El Consejo de Ministros aprobará hoy el anteproyecto de ley de reforma del divorcio, mediante el cual los matrimonios podrán divorciarse directamente sin necesidad de haberse separado antes. Gracias a esta modificación de la norma, se acelerarán los trámites y sólo con que uno de los cónyuges desee romper la relación bastará para que el juez no la rechace. Además, no será necesario alegar causas como la infidelidad, el alcoholismo o el cese de la convivencia para obtener la disolución del matrimonio.
El borrador del proyecto del Gobierno, contempla cambiar la ley aprobada por UCD en 1981 para que entre en vigor el año que viene. Pretende acabar con el hecho de que la disolución matrimonial tenga que ser consecuencia de separaciones previas de los cónyuges de hasta dos años, de modo que sea libremente accesible por las partes e invocable ante los tribunales de manera inmediata.
La reforma anunciada persigue que este primer paso para divorciarse pueda realizarse en un plazo de semanas, y que a partir de este punto pueda desarrollarse la tramitación del procedimiento civil, que se concentrará en la custodia de los hijos y la disolución del régimen económico.Además, se mantendrá la posibilidad de la separación actual para los cónyuges que opten por esta fórmula en lugar de por el divorcio. La reforma eliminará también que haya que alegar motivo alguno para separarse y la demanda de divorcio podrá interponerse a los tres meses de la boda y no al año como hasta ahora. Ni el juez ni ninguna de las partes podrá impedir que el recurso siga su curso.