Los alcaldes de Menorca ven con recelo la inclusión del suelo urbano en los núcleos turísticos en el ámbito de control del servicio insular de disciplina urbanística para terrenos rústicos. O, al menos, no lo consideran oportuno como una aplicación inmediata. De los cinco consistorios que ya han aprobado su inclusión en este nuevo órgan, dos lo rechazan, Maó y Sant Lluís, y el resto, Es Migjorn, Es Mercadal y Alaior, lo ven como una opción a medio plazo. Ferreries y Ciutadella descartaron entrar en esta entidad y Es Castell aún no se ha pronunciado.
La posibilidad de incluir el suelo urbano de núcleos turísticos tradicionales la propuso el miércoles en el pleno de Alaior el concejal de EM Josep Portella. La medida se aprobó como recomendación para que la considere el consorcio una vez se constituya.
Quien se opone más férreamente a ceder esta competencia es el alcalde de Sant Lluís, Llorenç Carretero. «No lo vemos bien. Creemos que ya hay suficiente con el control del suelo rústico. Tenemos claro que no dejaremos más competencias».
Tampoco se mostró entusiasmada con la idea la alcaldesa accidental de Maó, Gari Petrus. Aunque no se opuso frontalmente dejó claro que «nosotros siempre hemos enfocado este tema desde la perspectiva de que se trataba de suelo rústico y supongo que así seguirá. En este tipo de suelo hacían falta criterios unitarios. En cambio en las zonas turísticas no tenemos problemas».