El Senado de Estados Unidos se pronunció ayer en contra de la enmienda constitucional para prohibir los matrimonios entre homosexuales, pese al apoyo de la Casa Blanca a la propuesta. La propuesta se vio respaldada por 50 votos frente a 48, pero no salió adelante debido a que era necesario el apoyo de al menos 60 senadores de los 100 que componen la cámara.
La enmienda Constitucional fue propuesta por un grupo de senadores de mayoría republicana. Los demócratas habían acusado a los republicanos de promover la medida no porque tuvieran ninguna esperanza de que avanzara, sino simplemente para movilizar a sus bases más conservadoras ante las elecciones presidenciales del 2 de noviembre.
El presidente George W. Bush se había pronunciado a favor de la enmienda, que considera «la única alternativa que queda» para mantener el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. En un discurso radial el pasado sábado, Bush afirmó que «dado que las familias transmiten los valores y forman el carácter, el matrimonio tradicional es también básico para la salud de la sociedad». El texto rechazado especificaba que el matrimonio constará «sólo de un hombre y una mujer».