Integrantes de la Sección Española de Amnistía Internacional (AI) e Intermón Oxfam se subieron ayer a una improvisada «pasarela» en el distrito madrileño de Ciudad Universitaria para presentar a los viandantes las armas ligeras que más se utilizan en el mundo con el objetivo de presionar al Gobierno español para que promueva un acuerdo internacional que controle su comercio.
La responsable de Política Exterior de AI, Eva Suárez Llanos, subrayó que mientras los países desarrollados se afanan en buscar armas de destrucción masiva, «son las armas ligeras las que se cobran 500.000 vidas anuales, sólo la mitad de ellas en contextos de conflictos armados». «Una persona muere cada minuto en el mundo a causa de los disparos realizados con estas armas», lamentó.
Así, las cifras revelan que hay 640 millones de armas en circulación y que cada año se fabrican 16.000 millones de municiones, es decir, más de dos balas para cada hombre del planeta. Cada año se fabrican alrededor de 8 millones de armas nuevas. Sólo tres países en todo el planeta (Nigeria, Letonia, Sudáfrica) tienen una política de destrucción de excedentes y de armas confiscadas.