El Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto por el que se modifica parcialmente el Reglamento General de Conductores, y que permite la conducción de motocicletas ligeras con el permiso B, establece un nuevo formato del permiso como una tarjeta de plástico, y permite el canje de los permisos de conducción extracomunitarios por los equivalentes españoles tras unas pruebas.
«El Gobierno da un paso más hacia el objetivo de incrementar la seguridad vial», señaló la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Fernández de la Vega explicó que se ha cambiado el formado del nuevo carné, «que en lugar del clásico tríptico rosa se sustituye por uno más pequeñito que va a ser más duradero porque está plastificado y más difícil de falsificar».
Además, con el reglamento «se permite también a los conductores profesionales de fuera de la Comunidad Europea soliciten también el canje de su carné tras seis meses de estancia en nuestro país», indicó Fernández de la Vega. También, a los titulares del permiso de conducir de clase B, el de automóviles, con tres años de antigüedad, podrán acceder al permiso A-1, que es el de motocicleta.
Así, con objeto de mejorar la fluidez de la circulación en los núcleos urbanos y de reducir, en general, el consumo de combustible y los niveles de contaminación, se permite que los conductores en posesión de permiso de conducción de la clase B, que autoriza la conducción de turismos, con una antigüedad superior a tres años puedan conducir en territorio nacional motocicletas con una cilindrada máxima de 125 centímetros cúbicos, una potencia máxima de 11 kilovatios y una relación potencia/peso no superior a 0'11 kilovatios/kilogramo.