EFE-EL VATICANO
El Papa lamentó ayer la ausencia de una mención explícita en la
Constitución de la UE al papel del cristianismo en la construcción
europea y aseguró que «no se cortan las raíces de las cuales se ha
nacido».
Tras el rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II dirigió un saludo en polaco a sus compatriotas y fue en ese idioma en el que expresó su discrepancia con el texto constitucional aprobado el viernes pasado por los líderes comunitarios en Bruselas.
Según la transcripción de las palabras en polaco difundida por la agencia Ansa el Papa agradeció al Gobierno de Polonia «que en las instituciones europeas haya defendido fielmente las raíces cristianas de nuestro continente». De ese origen «han crecido la cultura y el progreso civil de nuestro tiempo. No se cortan las raíces de las que se ha nacido», apuntó.
La Santa Sede, por boca del portavoz Joaquín Navarro Valls, ya expresó ayer sábado su «pesar por la oposición de algunos Gobiernos al reconocimiento explícito de las raíces cristianas de Europa», una ausencia que supone un desconocimiento «de la evidencia histórica y de la identidad cristiana de Europa».