Las dos siamesas de menos de cuatro meses que fueron separadas ayer en una operación quirúrgica que duró varias horas se encuentran en «buen estado» en una unidad de cuidados intensivos, informaron los médicos que las atienden.
Un equipo de cirujanos del Hospital de Niños de Washington separó con éxito a las dos niñas, que habían nacido en febrero unidas por el tórax y el abdomen, en una operación que duró unas dos horas y media.
Pero después de ello, en quirófanos diferentes, las pequeñas estuvieron sometidas a otras tres horas de intervención para cerrar las heridas, empezar la cura y corregir algunas anomalías.
«Tienen ahora dos niñas que están separadas y ambas están bien», dijo a los padres de las pequeñas, Keving Buckles y su esposa Melissa, el director de cirugía del hospital, Kurt Newman, poco después de concluir la separación de los cuerpos de las bebés.
Las pequeñas fueron trasladadas después a la unidad de cuidados intensivos, donde se encuentran en buen estado, aunque en condición crítica, y con sus signos vitales estables. La separación tuvo lugar poco después del mediodía, y el momento fue recibido con aplausos y gritos de alegría en el quirófano, cuando el equipo de cirujanos, dirigido por Gary Hartman, cortó el último centímetro de tejido que conectaba a las hermanas Jade y Erin Buckles.