La ministra de Sanidad, Elena Salgado, anunció ayer en Luxemburgo que llevará a cabo un pacto con sindicatos y con empresarios para que de forma gradual se limite el uso de tabaco en los lugares de trabajo y conseguir que antes de 2006 la prohibición haya llegado a todos los centros laborales. Así lo expresó la ministra a su entrada al Consejo de Ministros de Sanidad de la UE, que en sus conclusiones pidió el «control del tabaco» y «entornos sin humo» para luchar contra las enfermedades coronarias.
«La lucha contra el tabaquismo tiene que ser enérgica», dijo la ministra, quien puntualizó que la prohibición se impondrá gradualmente de forma que «haya un gran acuerdo en el sentido que no se puede fumar en los lugares de trabajo».El Ministerio está «revitalizando» las conversaciones con los agentes sociales y confía que en octubre ya se habrá llegado a un acuerdo y se habrán hecho «las mínimas inversiones necesarias» para que los espacios destinados a los fumadores en los lugares de trabajo «estén separados del resto y no contaminen el aire que respiran las personas que no desean fumar». Aunque no quiso concretar si el Gobierno subirá también los impuestos especiales sobre el tabaco, Salgado afirmó que «tenemos que cumplir lo que está escrito en nuestro programa: no vamos a aumentar la presión fiscal». «Este es el marco en que deben contemplarse las medidas impositivas y es el ministro de Economía quien debe acomodarse a estas pautas».