«Spitzer», el nuevo telescopio espacial de la NASA, ha descubierto lo que podría ser el planeta más joven detectado hasta la fecha, se informó oficialmente ayer. «Sólo tiene un millón de años. Es lo suficientemente joven como para causar grandes alteraciones en las teorías más importantes sobre la formación de los planetas», dijo Dan Watson, astrónomo de la Universidad de Rochester, en una conferencia de prensa en Washington.
El planeta fue ubicado en una órbita en torno a una estrella identificada como CoKu Tau4, a unos 420 años luz (un año luz equivale a casi 9,46 billones de kilómetros) de la Tierra y en la constelación de Tauro. Los astrónomos han identificado a más de 100 planetas fuera del Sistema Solar, pero en la mayoría de los casos tienen más de mil millones de años.
Los planetas del Sistema Solar tienen una edad media que es de unos 4.500 millones de años. Los astrónomos señalaron que el nuevo planeta fue uno de los tres descubrimientos más importantes hechos hasta ahora por el observatorio «Spitzer», que sigue a la Tierra en su órbita alrededor del Sol.
El telescopio de rayos infrarrojos también encontró material orgánico congelado en los discos de polvo cósmico que rodean a otras estrellas. Esta es la primera vez que se detecta este tipo de material en esos anillos, que preceden a la formación de los planetas. Ese descubrimiento podría ser muy importante, porque se cree que el agua y los ingredientes que conformaron la vida orgánica tal vez hayan sido traídos hasta la Tierra por los cometas.