El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, deseó ayer en nombre de su gabinete un «camino largo y lleno de venturas» al Príncipe de Asturias y a su prometida, Doña Letizia Ortiz, que contraerán matrimonio el próximo sábado. «Que su felicidad sea el espejo de la felicidad de todos los españoles», dijo Zapatero en el brindis del almuerzo que el Ejecutivo ofreció ayer a Don Felipe y Doña Letizia en el Palacio de la Moncloa.
El Presidente, en su brindis, quiso dejar a un lado la política y centró sus muy breves palabras en un poema de Jorge Luis Borges, «Los justos». Borges cita en ese poema como justos a quien «prefiere que los otros tengan razón», y también «a una mujer y a un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto» que, dijo Zapatero, «es una imagen de los que se aman, porque comparten».
Don Felipe resaltó no solo la «ilusión» personal que supone su enlace con Doña Letizia, sino también el significado institucional y de Estado que la boda comporta. Reiteró ante los integrantes del Gobierno la «permanente actitud de servicio a los españoles» que guía y ha de guiar el comportamiento de los futuros Príncipes de Asturias.
Al almuerzo asistieron todos los ministros del Gobierno, con la excepción del titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que se encontraba en Bruselas en un consejo de ministros dedicado a la Constitución europea. A su llegada a la Moncloa, el Príncipe y su prometida fueron recibidos en la puerta del edificio por Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa. Las dos parejas posaron unos instantes para los fotógrafos.