El arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, bendijo ayer las obras pictóricas y las vidrieras que coronan el ábside de la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena y que son obra de Kiko Argüello, que ha invertido tres meses en realizar el proyecto, hecho en colaboración con siete equipos.
Gabriele Finaldi manifestó: «Tal como están hechas, las vidrieras sintonizan bien con el plan iconográfico de la Catedral de la Almudena. También conjugan con las pinturas del techo».
Por otra parte, el presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Àngel Revilla, presentó ayer públicamente el regalo que la comunidad autónoma va a hacer al príncipe don Felipe y a doña Letizia Ortiz con motivo de su enlace matrimonial, una campana de grandes dimensiones, sobre la que se mostró convencido de que, comparada con el resto de los obsequios que se van a hacer a la pareja, «se puede garantizar que va a pervivir en el tiempo; puede superar incluso la llegada de una república», bromeó Revilla, quien destacó que el obsequio «va a estar anclado en el suelo y va a pasar a nietos, tataranietos, etc., y será visto por todos los que visiten a Su Alteza Real y a doña Letizia, puesto que estará en lugar visible».
Siguiendo con el capítulo de regalos, el Ayuntamiento de Málaga entregará a los novios un escudo con motivos de la ciudad bordados a mano y un facsímil del libro «Estatutos de los privilegios de nobleza de sangre», concedido por Felipe IV a los regidores de la ciudad de Málaga.
El escudo tendrá diferentes motivos de la ciudad, que serán bordados por Juan Rosén. Por último, Santander les obsequiará con una reproducción única del título de concesión a Santander de la categoría de ciudad y con una selección bibliográfica formada por siete libros sobre la historia de la capital.