Cientos de miles de personas se concentraron ayer en el centro de Washington para defender la legalidad del derecho al aborto y criticar la política del presidente de EEUU, George W. Bush, en este asunto.
La marcha fue convocada por unas 1.400 organizaciones y grupos de todo el país, que buscan hacer del derecho al aborto un asunto central en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Los asistentes comenzaron a congregarse desde muy temprano en la explanada del Mall, en el centro de la capital estadounidense.
A mediodía, la policía local calculó la cifra de asistentes entre 200.000 y 300.000.
El ambiente de la concentración fue festivo, ya que incluía una banda de música, y buscaba mostrar un espíritu internacional, ya que acudieron representantes de más de 50 países.
Sin embargo, la principal oradora, la senadora demócrata Hillary Clinton (Nueva York), lanzó un mensaje duro y directo contra el Gobierno y su política sobre la mujer.«Este Gobierno está lleno de gente (...) que menosprecia las leyes de acoso sexual, que cree que la diferencia de salario entre hombres y mujeres no existe, que cree que la legalización del aborto es la peor abominación de nuestra historia constitucional», afirmó.
La mayoría de los manifestantes eran mujeres, muchas de ellas con camisetas rosas distribuidas por organizaciones como Planned Parenthood, y con carteles de colores vivos que dicen «Mantened el aborto legal», «Luchad contra la derecha radical», «La decisión es tuya, no de ellos».
«He venido porque quiero mostrar a los políticos que, de cara a las elecciones, deben contar con nosotros», señaló Jean Watson, una de las asistentes.