La reciente muerte de una paciente sospechosa de haber contraído el SRAG obligó ayer a las autoridades sanitarias chinas a ordenar drásticas medidas de emergencia, como someter a cuarentena el Centro de Prevención de Enfermedades Infecciosas de Pekín y la incineración del cadáver.
El Ministerio de Sanidad chino señaló que no se habían declarado nuevos casos sospechosos o confirmados del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG) en las últimas 24 horas.
Se sospecha que la hija de la fallecida, estudiante de Medicina, de apellido Song y uno de los dos casos confirmados, se infectó con el virus en el laboratorio de investigación del Centro, uno de los principales en el estudio de la enfermedad, que en 2003 causó la muerte de 774 personas en el mundo y afectó a más de 8.000.
Las autoridades destacaron que la enfermera de Pekín en la que se confirmó la enfermedad mostró signos de mejoría, mientras que la estudiante de Anhui (adonde viajó desde la capital china al sentirse enferma) y el médico de Pekín (caso sospechoso) están «en condición estable». El Centro fue clausurado y puesto en cuarentena, por lo que quienes se encuentran en su interior no pueden salir, y la enfermera que cuidó en Pekín a la estudiante de Medicina fue aislada.
Entre abril y mayo de 2003 miles de personas fueron sometidas a cuarentena en los peores momentos de la epidemia, cuando se decidió que más de cien edificios fueran aislados.