FRANCE PRESS-SIDNEY
Médicos y expertos en ética médica contestaron ayer la decisión inédita de un tribunal australiano de permitir a una adolescente de trece años, que se considera un chico, iniciar un tratamiento para cambiar de sexo.
La adolescente, presentada bajo el nombre de Alex, intentó suicidarse al inicio de la pubertad y se considera un hombre encerrado en un cuerpo de mujer, según informaron fuentes del tribunal de Melbourne. De hecho Alex fue educada como un niño por su padre, que murió cuando tenía 6 años.
Pese a los testimonios que afirman que la adolescente es demasiado joven para hacer una elección con conocimiento de causa, el tribunal se pronunció a favor de un tratamiento previo con vistas a un cambio de sexo. Se trata de un tratamiento no definitivo para impedir a la menor que tenga la regla hasta los 16 años, y luego de un tratamiento irreversible con testosterona de dos años para favorecer el crecimiento de los músculos y conseguir una voz más grave, antes de una intervención quirúrgica en las partes genitales a los 18 años.