EFE-VIENA
Un total de 64 periodistas y reporteros murieron en 2003 en el ejercicio de su profesión, según denunció ayer el Instituto Internacional de la Prensa (IPI), que valoró esa cifra como «uno de los peores registros» de los últimos años.
Desde los 86 informadores muertos en 1999 no se registraba una cifra tan alta, «cuando los conflictos en los Balcanes y Sierra Leona causaron un repentino» aumento de los fallecimientos, recuerda el IPI, red que agrupa a los principales editores y propietarios de medios del mundo.
El principal responsable del aumento de la mortandad en la profesión fue Irak, país donde «al menos 19 periodistas» murieron durante la cobertura de la guerra iniciada por las tropas de la coalición para acabar con el régimen de Sadam Husein.
Nueve periodistas fallecieron en Colombia, siete en Filipinas, cuatro en Brasil y tres respectivamente en India, Nepal y Rusia, mientras las restantes muertes se repartieron por otros 13 países. En Oriente Medio murieron 22 periodistas, incluidos los 19 de Irak, lo que demuestra que se trata de «la región más peligrosa».