España es uno de los países europeos en los que más ha aumentado en los últimos años la inmigración, que supone un estímulo para el crecimiento económico, pero que a medio y largo plazo entraña problemas de integración y desequilibrios, según un informe de la OCDE.
Así se pone de manifiesto en el informe anual «Tendencias de las migraciones internacionales» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sobre el que la organización Acción Familiar se basó ayer para aconsejar que en Baleares se mejore la integración de los inmigrantes y las condiciones de empleo.
Tras opinar que «hay una excesiva representación de inmigrantes en los sectores de la construcción, hostelería, servicios, doméstico y agricultura», Acción Familiar aboga por evitar «un no deseable descenso de la fuerza laboral» durante los próximos años.