El presidente francés, Jacques Chirac, se pronunció ayer a favor de reforzar el laicismo en Francia, con una ley que prohíba el uso de signos religiosos ostensibles en los centros escolares y otra que impida a un paciente rechazar ser curado por un médico por razones de sexo.
La escuela es «un santuario republicano» y «seguirá siendo laica», y para ello es necesario una ley que prohíba el «uso de vestimentas o signos religiosos que manifiesten ostensiblemente la pertenencia religiosa», como el velo islámico, la 'kippa' o las cruces de «grandes dimensiones», subrayó Chirac en una alocución solemne.
Por contra, los «signos discretos» como medallas o colgantes con pequeñas cruces, coranes, manos de Fátima o estrellas de David «seguirán siendo, naturalmente, posibles», añadió.
Chirac, que expresó su deseo de que esta ley sea aprobada para que entre en vigor en el próximo curso escolar, se mostró contrario, por contra, a que se introduzcan dos nuevos días festivos en el calendario escolar: el Aid-el-Kebir musulmán y el Kipur judío.
Ante unos 400 invitados, entre los que se encontraban representantes de las religiones más representativas y miembros del Gobierno, con el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, a la cabeza, Chirac se mostró además partidario de crear un ley que impida a un paciente rechazar ser curado por «un médico del otro sexo».
«Será necesario que la ley venga a consagrar esa regla para todos los enfermos» que vayan a los hospitales públicos, dijo, al tiempo que manifestó su deseo de que se «reafirme con fuerza el principio de la neutralidad y del laicismo en el servicio público».