El Consejo de Ministros de la UE no logró ayer superar sus diferencias internas sobre el posible uso de fondos comunitarios para la investigación con células madre humanas de origen embrionario, por lo que aplazó la decisión hasta la presidencia irlandesa, en el primer semestre de 2004, según informaron fuentes diplomáticas españolas. La moratoria para tomar una decisión sobre el tema expira el 31 de diciembre, fecha después de la cual la Comisión tiene vía libre para legislar sobre la financiación de estos proyectos, aunque los países reacios podrían bloquear cualquier iniciativa.
Fuentes diplomáticas relacionaron la decisión de la presidencia italiana de aplazar el debate sobre la investigación con células madre a que el Gobierno italiano, reacio por tradición a la investigación con embriones, no se sentía cómodo en el papel de hacedor de un acuerdo contrario a sus propios planteamientos y «ha preferido pasar la patata caliente» a Dublín. No obstante, Irlanda tampoco se librará del dilema.
La presidencia italiana presentó una propuesta de compromiso que pasaba por limitar el uso de los fondos a los proyectos que empleen líneas de células extraídas y almacenadas a fecha de ayer, 3 de diciembre de 2002. Esta idea garantizaba que no se sufragase la obtención de nuevas líneas de células, ni, por tanto la destrucción de embriones humanos.