El servicio regular de transporte público por carretera en Formentera se encuentra desde mediados de octubre bajo mínimos. Este hecho no es inusual, sino que cada año la situación se repite debido al cambio de horarios en el transporte público por carretera que, una vez finalizada la temporada, apenas cuenta con pasajeros que utilizan el transporte público de la isla.
En el caso de los autobuses es la pescadilla que se muerde la cola, poco servicio porque hay pocos usuarios y no pueden contar con un servicio que año tras año se va convirtiendo en prácticamente simbólico. Hay que añadir el hecho de que al finalizar la temporada se producen ajustes en el horario que varían las frecuencias hasta tres veces en un par de semanas sin informar al usuario que finalmente renuncia al autobús. Si se toman los dos extremos de la isla, la Savina y el Pilar de la Mola, se puede comprobar que desde el puerto sólo hay un autobús al día en dirección a la Mola, mientras que desde el Pilar hacia la Savina hay cuatro. El último trayecto, que sale a las 15,40 horas, parte de nuevo desde la Savina a las 16,15 horas para ir hasta es Pujols, punto donde se acaban los autobuses.
Salvo los cuatro trayectos que parten de la Mola a la Savina, dos de los cuales ni siquiera pasan por es Pujols, las frecuencias entre los núcleos urbanos es mínima. Hay tres autobuses, como máximo, que unen las poblaciones de Sant Francesc y es Pujols, y un solo servicio de autobús en el trayecto del Pilar al puerto. Poco después de las cuatro y media cesa el servicio de autobuses en toda la isla.