La discriminación laboral y salarial de la mujer continúa aumentado, según refleja una encuesta realizada entre 302 abogados laboralistas y basada en las reclamaciones judiciales que fueron planteadas durante el primer semestre de este año en los Juzgados de lo Social. El sondeo revela que la mayoría de los letrados consultados (un 42 por ciento) constatan a través de las reclamaciones que tramitan que las mujeres constituyen el colectivo que sufre una mayor discriminación salarial, seguida de los inmigrantes y los jóvenes.
La discriminación se materializa mediante la asignación de las mujeres a puestos subalternos y auxiliares, aunque en realidad realicen la misma función que los hombres, que cobran más que ellas. Ocurre, por ejemplo, en el sector de la hostelería, donde un camarero hombre gana más que su compañera también camarera porque ésta tiene contrato de auxiliar de cocina.
Por ello, los abogados alertan de la creación de «guetos» en el mercado laboral y de la creciente renuncia a la estabilidad. Así, el 93 por ciento de las contrataciones temporales afectan a mujeres, jóvenes e inmigrantes, y el contrato a tiempo parcial «es precario y está muy mal utilizado» en nuestro país.
En cambio, los incumplimientos contractuales en el trabajo tienen una mayor repercusión en los trabajadores varones (así lo afirma el 35% de los letrados). Esto se debe a que los hombres firman contratos con mejores condiciones de trabajo.