JUAN LARA
El Papa reanudó ayer las audiencias públicas de los miércoles y
aunque al comienzo mostró un débil estado, a lo largo de la
ceremonia se fue recuperando, leyó sin ayuda y con voz clara la
catequesis y después la resumió en diferentes idiomas, entre ellos
el español.
De todos modos el Pontífice se saltó algunos párrafos de la catequesis y de vez en cuando tuvo que parar de leer para tomar aire, ya que le costaba trabajo respirar.
Los más de 15.00 fieles presentes en la plaza de San Pedro rompieron en aplausos, para animarle, cada vez que se vio obligado a parar.
Juan Pablo II, de 83 años, habló en italiano, español, portugués, inglés, francés y alemán. También saludó en polaco, croata, eslovaco y lituano.
A pesar de su aspecto débil, en la línea del que viene mostrando en los últimos meses, Papa Wojtyla tiene la voz fuerte, aunque en algunos momento cede.
Juan Pablo II anunció que el próximo día 7 viajará a Pompeya, en el sur de Italia, para postrarse ante la Virgen del Rosario, demostrando una vez más que está dispuesto a seguir viajando mientras Dios le de fuerzas.
El Papa tuvo palabras de afecto para los fieles de habla española, a los que animó -siempre hablando en español- a bendecir a Dios y a pedirle que les conduzca «con su luz hasta el día de la perfección».Tras la audiencia el Papa saludó y bendijo a numerosas parejas de recién casados, a ancianos, enfermos y numerosos fieles de diversos países. Se le vio en esos momentos con buen semblante.