El fin de semana pasado se conocía la noticia de que un anciano de 91 años había matado y descuartizado a su mujer de 90 años en Jaén en un intento de que «dejara de sufrir». La violencia entre personas mayores se está convirtiendo en los últimos tiempos en un fenómeno creciente. Además, en siete de cada diez casos el peligro viene de la propia pareja, cuando no de familiares cercanos.
Los datos de un estudio realizado por el Centro Reina Sofía para el estudio de la Violencia son muy reveladores: entre cuatro y cinco de cada cien ancianos en España sufre algún tipo de maltrato físico, sexual o financiero. El perfil dominante de personas mayores maltratadas en España es el de una mujer mayor de 75 años que carece de relaciones sociales, dependiente física y psicológicamente y en el 72 por ciento de los casos convive con su agresor.
Los datos del informe evidencian que uno de cada cinco homicidios de ancianos en España se produce en el seno de la familia. Por ejemplo, en 2001 se llevaron a cabo en España, 38 intentos de homicidio, 21 de ellos fortuitos, contra personas mayores por parte de sus familiares cercanos. En siete de cada diez de los casos el homicida era la pareja con la que convivía.
El agresor suele ser un hombre en el 80 por ciento de los caos y dentro de ese porcentaje, el 68 por ciento son hijos de la víctima, «de la que suelen depender económicamente». Casi un 40% de los casos los agresores son consumidores de sustancias tóxica.