Expertos en Epidemiología y Salud Pública estiman que el verdadero alcance de la reciente ola de calor en la salud de la población está aún por determinar y que será necesario estudiar detenidamente la estadística de mortalidad cuando esté disponible. Ayer mismo se confirmó la muerte de una persona en el País Vasco y otra en Almería relacionadas con las altas temperaturas.
En opinión de Ildefonso Hernández, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, los cien fallecimientos contabilizados por el Ministerio de Sanidad con datos de las comunidades autónomas, «no son un reflejo suficiente de todo el problema de salud pública derivado de la ola de calor». En su opinión, ésta puede ser sólo la «punta de un iceberg que no sabemos cómo es» y que el tamaño real del problema está por ver.
Todo se aclarará, explicó, cuando se disponga de la serie temporal de mortalidad y se estudien más detenidamente los fallecimientos atribuidos a cuadros cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios, además de las hipertermias, donde el calor puede haber ayudado de alguna forma a morir a los pacientes. El consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Gabriel Inclán, confirmó ayer una tercera muerte en Euskadi por un golpe de calor ocurrida en el hospital de Cruces (Barakaldo) y dijo que su Departamento se encuentra investigando si otros dos o tres fallecimientos han venido motivados como consecuencia de las elevadas temperaturas registradas en Euskadi.