El príncipe Carlos de Inglaterra abrirá al público, desde hoy, las puertas de su nueva residencia en Londres, el palacete de Clarence House, en el que vivió la Reina Madre, su abuela, hasta su muerte en marzo de 2002, a los 101 años.
El príncipe de Gales y sus dos hijos, Guillermo y Enrique, ocupan desde el lunes el que durante medio siglo fue el hogar de la Reina Madre, tras mudarse desde el Palacio de Saint James, también en la capital británica.
Clarence House se muestra a los visitantes por primera vez desde su construcción en 1825, y permanecerá abierta al público hasta el 17 de octubre.
De las 46.000 entradas puestas a la venta, a estas alturas sólo quedan mil, por lo que el éxito de público está asegurado.
Los que visiten el palacete podrán apreciar la restauración llevada a cabo recientemente con motivo de la llegada del nuevo inquilino.
La obra ha costado unos 8,5 millones de euros, de los que algo más de dos millones, destinados a gastos de decoración, han salido del bolsillo del propio príncipe, mientras que el resto se ha pagado con dinero público.
La visita guiada a Clarence House recorre cinco habitaciones de la planta principal y permite contemplar la colección de arte de la Reina Madre, que incluye desde pinturas del impresionista británico Walter Sickert hasta porcelana inglesa de Fabergé.